Nana a Leo (el origen del nombre)
El mundo verde, tan fresca tu risa
y aún no sé ni qué pintas aquí
de qué paleta te escurriste
para inventarte un cuerpo de lunares
y un rostro de graverdad
Cierto es que dimos cuerda a tus manos
pero el resto fuiste tú, desde dentro
Siento algún poso de amor
que quedó en mi silencio
surgido por magia, en un tiempo de magos
Miro tu cara y sé algo de más
y puedo decir que este mono contempla
oculto a los ojos, lo inerte que late
en cada trozo de vida
Oh aire que soplas, no soples al niño
no pares su juego, deja
no intentes saber, deja
no silbes su vida y pasa de largo
deja que cante las notas, que tenga morados
deja que llore y que olvide, deja
que tenga a su lado una mano, de peces
un lucero, que tenga
El cauce marcha entre tus amplias cuerdas
batiendo como espigas de mar
en una batalla prometida
Supiste de siempre a lo que venías
traías tu frente marcada, lo viste
sabías por dentro que todo caería
Pero está bien, no temas o teme
que la vida es eso, un regalo, una pausa
lo es todo sin duda
qué, si no? qué sino?
que la vida te sabe y tu nombre la engancha
y enganchado te tiene ya a ti, desde dentro
desde el origen del nombre
Leo
Precioso , e intimo poema. A prueba de una buena reflexión.
ResponderEliminarMuy lindo. Necesitaría tiempo para para profundizar un poco.
Muchas gracias por comentar
EliminarGracias Rita. Genial que te haya gustado. Podrás imaginar, Leo es mi hijo. Saludos virtuales
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